El CO₂ es un gas inodoro e inofensivo en concentraciones normales, relativamente fácil de medir y puede utilizarse como referencia para el control de otros contaminantes presentes en el aire, como los COV (compuestos orgánicos volátiles), gases orgánicos, entre otros.
El bienestar, la comodidad y la salud de los ocupantes son los resultados positivos de un ambiente con adecuada renovación del aire interior y control de CO₂.